Sorprendentemente, Un Mundo de Locos tiene un curioso nexo con la leyenda, que yo desconocía, del nacimiento del Asón, lugar que me sirvió de referencia al escribir la batalla que Nala tiene consigo misma.



Las dos portadas muestran las dos caras de Nala. La portada delantera muestra a la guerrera decidida y valiente, pero también con más dudas; tiene pelo rubio y una espada dorada a juego de los ribetes de su capa roja. Su yegua alada, Furia, es blanca con crin y manchas negras.



En la portada trasera, por contra, se ve a la Nala que nunca recapacita, más agresiva; su pelo es oscuro y su espada de color plata, igual que los ribetes de su capa negra. Su yegua alada es negra con crin y manchas blancas.



¿Quién ganará la batalla? Me temo que tendréis que leer la novela para descubrirlo.



Anoche en un programa sobre Cantabria, supe por primera vez de la leyenda sobre las Anjanas que dan origen al nacimiento del Asón. Los colores dorado y plata son una coincidencia, al igual que las protagonistas de la leyenda y mi relato sean mujeres.



Os dejo un link donde leer la bonita leyenda http://alberguelaincera.com/atractivo/6/ 

Un Mundo de Locos nació en el Bar Towers de Bilbao
Septiembre 2015, una mañana soleada
Decido tomar algo 
en una mesa de la terraza

Me digo: "¿Por qué no empezar un libro ahora mismo?"
Un Mundo de Locos en manos seguras
Jon Santacoloma.
"Gracias por regalar un ejemplar en tus vacaciones"

Lorenzo Sánchez, aficionado a la lectura y profesor de Literatura. "Gracias por tu opinión de amigo experto"
Asun Haya se llevó un ejemplar de regalo el Día del Libro. "Gracias por entrar. Espero que lo disfrutes"
Un Mundo de Locos de Feria
Feria del Libro en Castro-Urdiales, 
con Librería Chus de Castro-Urdiales
Feria del Libro en Santander,
con Librería Campillo de Torrelavega

Fería del Libro de Santander,
con Librería Costa Esmeralda de Laredo
Un Mundo de Locos en lugares mencionados en el libro
Juan Zubía, 
amante de la lectura, Castro
-Y entonces me dijeron que abriera la puerta y subiera por las escaleras al cielo. Pero la puerta estaba cerrada. Había un cartel que decía: "Lo sentimos, no hay cielo".

Ensimismado, Darío ni siquiera mira al indigente que acaba de decir tales palabras sentado en uno de los peldaños de acceso a la Iglesia de Santa María, uno de sus lugares preferidos. Va allí a rezar a diario, aunque la mayoría de las veces el portón está cerrado. En sus plegarias, pide a su Dios que su familia tenga dinero suficiente para vivir, que él pueda conseguir un trabajo digno y que su mujer no elija el camino del pecado. 

No puede hacerse a la idea de que no haya un cielo. No puede ser. De pequeño se lo repitieron una y mil veces en aquella escuela de pueblo en el norte de España: "Los buenos irán al Reino de los Cielos donde gozarán de vida eterna; los malos se quemarán en el Infierno".

Francisco Mundo, 
"mi hermano negro", Castro
- ¡Buenos días, campeón! - le dice exultante otro africano cerca de la entrada del banco - ¡Vamos! ¡Hoy hace buen día!

- Hola - contesta rácanamente Jon mientras elige una moneda de un euro.

- ¡Venga! - le anima el inmigrante - ¡A tope, máquina!

Jon no sabe ni qué contestarle y opta por entrar en el banco. Se pregunta cómo puede el tipo hacer de tripas corazón y animar a la gente de esa manera todos los días. "Realmente es un modo muy original de pedir", recapacita.

- ¡Vamos colega! - le oye decir a otra persona - ¡Mira qué día precioso hace hoy!

María Ángeles Melgar (en Ostende), 
Comercial Loremar, Mioño
En cuestión de segundos la lluvia cae con fuerza y se ven otro par de relámpagos. Los truenos se oyen encima del edificio. Sin embargo, diez minutos más tarde las gotas se hacen más finas. Poco después, la tormenta cesa. Mario paga su infusión y decide aventurarse.

Afuera, el aire ha cambiado por completo. El bochorno húmedo es ahora una brisa fresca. Las gotas de lluvia sobre la hierba y arbustos cercanos a la playa muestran un brillo precioso. El aire consigue despertar el olor de las flores primaverales perfumando el ambiente.

Mario cierra los ojos instintivamente, como de niño aprendió en un albergue. Oye el sonido metálico envolvente de unas ranas croando. Se las imagina como una sóla vez ha conseguido ver una, encima de las piedras situadas a la orilla de un pequeño riachuelo que entrega su agua al mar. 

Mientras respira despacio y profundamente, escucha las olas de un mar tranquilo acariciando la orilla.

El Sardinero,
Santander
Minuto 91. El tiempo adicional es 4'. Hay tiempo piensan todos. El defensa derecho visitante pierde la pelota inocentemente al mirar a quien puede pasársela para deshacerse de ella. Nuevamente, un jugador local se aprovecha y le cede la pelota al rápido extremo que, de repente, detiene su carrera al ver al guardameta lejos del marco. Se prepara para jugársela. Decide usar su pierna buena para que la rosca sea de izquierda a derecha. El público enmudece. 

El balón coge la trayectoria que se antoja correcta, pero la altura tiene que ser una parábola perfecta. El guardameta parece seguro de poder atraparla. Sin embargo, de repente parece recular más rápido. Quizás la bola ha cambiado de dirección. Desde la portería contraria se ve como la pelota baja con velocidad sin poder apreciar bien hacia donde. Un instante después, se oye un murmullo de incredulidad y el balón se cuela dentro.

Javier Fernández (en Santander), 
aficionado a la montaña, Baracaldo
Ainhoa y Marisa pasan por la sala de espera abarrotada. Al abandonar el edificio, la brisa del mar llena sus pulmones, el azul verdoso del Cantábrico les proporciona un poco de sosiego entre tanta angustia. Sin hablar, cruzan la carretera y se encaminan inconscientemente hacia la playa. Al llegar a la barandilla se detienen y dejan apoyar sus brazos para contemplar la vista, los veleros y surfistas, las olas rompiendo en la orilla, los graznidos de las gaviotas, la gente tumbada al sol y quienes caminan de aquí para allá, los más jóvenes corriendo al agua y jugando con la arena.

¿Quién sabe cómo acabarán con esta crisis? En sus corazones aún queda mucho amor por compartir. En sus mentes se agolpan las dudas.

-Vamos a empezar un proceso cuyo final es una incógnita - fueron las primeras palabras de Jorge al iniciar la terapia. 

Pablo Ruiz Tapia, 
aficionado pesca submarina, Santander
Es la hora del partido. Sale el equipo local y el público se pone de pie sosteniendo sus bufandas con ambas manos por delante de sus cabezas y comienzan a cantar una canción tradicional que se ha convertido en el himno del equipo:

“Ayer te vi que subías por la alameda primera, luciendo la saya blanca y el pañueluco de seda. Dime ¿dónde vas morena? dime ¿dónde vas salada?
Dime ¿dónde vas morena a las dos de la mañana?”
“Voy a la fuente de Cacho, a beber un vaso de agua, que me han dicho que es muy buena, beberla por la mañana”
“Dime ¿dónde vas morena? dime ¿dónde vas salada? Dime ¿dónde vas morena a las dos de la mañana?”

Ainhoa y Ánder están sentados tomándose un café disfrutando de los cánticos del público mientras los dos equipos esperan que el árbitro pite el comienzo. 

Un Mundo de Locos de viaje
Ignacio Bosch, 
Director Parador de Cangas de Onís
Mamen Ramírez (desde Mojácar), 
Perfumería Madras, Castro
Lara García, 
Gerente Hotel Ribadesella Playa
Un Mundo de Locos en Castro
Gua Beaskoetxea, 
Pasión Viviente, Castro
Delia, Pastelería Renedo, Castro
Lucas, Fisio Energía , Castro
Paola Vierna Agramonte, Estudiante, Guriezo
Haber escrito un libro, verlo publicado y expuesto junto a otros títulos es una experiencia realmente única ¡Brutal! 

Por momentos, uno puede hasta sentir que está flotando en una nube de algodón. 

Sin embargo, la realidad siempre está ahí para suavizar tanta ilusión y hacer justicia. 

Nada es nunca como uno se lo imagina. 

A veces, es peor: a las puntos débiles propios del escritor novato, en mi caso se han ido añadiendo pequeñas desilusiones 
al ver cómo algunos sueños y planes se van diluyendo. 

En otras ocasiones, por contra, surgen sorpresas agradables inesperadas: 
haber escrito un primer libro me está ayudando a seguir aprendiendo a escribir 
y, lo que es más gratificante, a vivir.

Con estas líneas me gustaría agradecer a todas las personas que estáis apoyando un proyecto tan personalmente especial de alguna manera, comprando mi libro, leyéndolo, compartiendo vuestra opinión, haciéndolo conocer o incluso participando sin conocerme.
Vitrina Librería Arte-Libro, Castro Urdiales
Escaparate Librería Arte-Libro, Castro Urdiales
Pulsa para escuchar narración
  La lucha interior de Nala tiene lugar en un paisaje similar 
Cascada del Asón, Cantabria
Mirador de La Gándara, Cantabria
Ramales de la Victoria, Cantabria
Nala Cueto
Las victorias más valiosas y gratificantes son las logradas 
en las batallas libradas contra nuestros miedos e incertidumbres
Puedes adquirir la novela en tu librería habitual. Pídela con este ISBN 978-841807475-2 

Si prefieres compra online, puedes usar los siguientes links
¡Muchísimas gracias por vuestra opinión!
"Anoche terminé el libro que Toni, Juan Antonio Cadenas Cueto, acaba de publicar, "Un mundo de locos", y cómo no, ha cumplido con mis expectativas.
Un libro que expresa historias cotidianas, que bien podrían sucedernos a cualquiera de nosotros.
Tiene frases muy valiosas,con las que me quedo, y con las que te hace pensar en más de un episodio, en cuánta razón hay en ellas...
Una carta de María dirigida a su abuela..... preciosa.
He viajado a tantos lugares con este libro....
Hasta en los agradecimientos del final , has conseguido emocionar.
Un libro que me ha enganchado mucho...
En fin Toni, solo puedo felicitarte y animarte a que sigas escribiendo, porque ya tienes una lectora más.
¡Enhorabuena!"
Marian, Adjunta Gerente de 
Tienda en Lidl, Castro
"El mundo en trescientas páginas. Te puede asustar el listado inicial de identificación de personajes, pero el ritmo, el equilibrio, el orden y la buena escritura hacen que no tengas que volver atrás en ningún momento. Lo que menos importa en la novela son los nombres de los personajes, es más, parece que los conoces con anterioridad; sus diálogos, pensamientos y actitudes los identifican a lo largo de todas las páginas.

Una obra que desprende minuciosidad, cuidado, perfeccionismo y buen hacer. Novela a la altura de autores consagrados"
Idoia, Librería Margari, Castro
"Cuando empecé a leer “Un mundo de locos”, lo primero que me sorprendió fue que está narrado en presente, que no es lo habitual, pero a medida que vas avanzando en la narración, te das cuenta de que no es casual, sino que está enfocado a situar al narrador en un punto externo y exento de todo juicio respecto a las reacciones de sus personajes. 

Son historias que te hacen reflexionar sobre cómo, cada una de las decisiones que tomamos en nuestra vida, influyen en lo que al final nos convertimos, ya que resulta totalmente impredecible las consecuencias que puedan tener y a las que finalmente, tenemos que encararnos enfrentándonos a nosotros mismos.

Un caos de vidas tratando de encontrar su camino, que el narrador parece estar sentado, observando, para contarnos un pequeño extracto de lo que pasa ante nuestros ojos y casi nunca vemos, en este mundo de locos"
Juanma, Ingeniero eléctrico, Castro
"Magnífica novela que engancha desde el principio. Esperando la próxima!!!!"
Mónica, Comercial de Seguros, Castro
"Me gusta mucho. En mi opinión, el 
libro cuenta las diferentes formas de ver 
y de actuar ante las diferentes formas 
de amar"
Ana Mari, 
Carnicería Fernando Gurtubay, Liendo
En impaciente espera por recibir vuestros apreciados comentarios
Vicky, Técnico Administrativo, Castro
Enrique, Conductor, 
Boo de Piélagos, Cantabria
Jason, Enfermero, Bilbao
Carmina, Poeta, Castro
Margarita, Perfumería Belmonte, Castro
Julia, Tabacos Exp. nº 1, Castro
Ana, Profesora, Castro
Pilar, Maestra jubilada, Castro
Liliana, Servicio Limpieza, Castro
Sandra, Residencia San Antonio, Bilbao
Cuqui, Castro

La historia en 1 minuto

¿Es posible vivir entre tanta calamidad?

Seguramente, la mejor respuesta reside en parte dentro de uno mismo

1. El caos y la ilusión comparten 
      espacio y tiempo 

Las creencias enraízan dentro de nuestras mentes y casi siempre se convierten en enormes losas que no podemos abrir.
2. ¿Cuál es la realidad cierta? 

¿La que vivimos física y espiritualmente o la que conseguimos
 visualizar y transformar?

3. Sueños, anhelos y pesadillas

La peor justicia es la conciencia. Por eso, no deberíamos echar en cara nada, ni intentar convencer de nada a nadie. 

4. Muchas veces nos empeñamos en encontrar lo grande y nos perdemos lo menos visible

Cada palabra o acción incorrecta deja una huella para siempre. De igual modo ocurre con nuestros aciertos.

5. Nada ni nadie te asegura la felicidad

Decide lo que quieres hacer y hazlo. 
No importa el resultado, 
incluso si lo que deseas contradice 
lo que quisiste hacer antes. 

6. Una vida dentro de una vida

En esta montaña rusa que vivimos, los acontecimientos suceden y nosotros los hacemos más o menos buenos y malos según nuestras interpretaciones.

7. Perdonarse uno mismo, 
un camino 
    hacia la tranquilidad

Siempre hay un lugar donde te ven ta bella o tan guapo como eres en realidad. Siempre llega el día en el que te sientes en verdad con valor.

8. Todo lo que nos rodea, 
bonito o feo, es efímero

Nosotros nos empeñamos 
en ser eternos.
15 septiembre

Castro Urdiales, Cantabria 9:00 am

-Y entonces me dijeron que abriera la puerta y subiera por las escaleras al cielo. Pero la puerta estaba cerrada. Había un cartel que decía: "Lo sentimos, no hay cielo".

Ensimismado, Darío ni siquiera mira al indigente que acaba de decir tales palabras sentado en uno de los peldaños de acceso a la Iglesia de Santa María, uno de sus lugares preferidos. Va allí a rezar a diario, aunque la mayoría de las veces el portón está cerrado. En sus plegarias, pide a su Dios que su familia tenga dinero suficiente para vivir, que él pueda conseguir un trabajo digno y que su mujer no elija el camino del pecado. 

No puede hacerse a la idea de que no haya un cielo. No puede ser. De pequeño se lo repitieron una y mil veces en aquella escuela de pueblo en el norte de España: "Los buenos irán al Reino de los Cielos donde gozarán de vida eterna; los malos se quemarán en el Infierno".

En casa de sus abuelos y de sus padres no cabía otra posibilidad, igual que ahora en su propio hogar no hay otra opción, “Dios es nuestro padre y él nos guía por el sendero adecuado”. Darío está acostumbrado a resignarse, no se le ocurriría culpar a su Dios por sus desdichas terrenales; al contrario, cuando ocurre una desgracia, acude a la iglesia con más frecuencia, como cuando murió su primera mujer antes de que su esposa colombiana llegara a España. Fueron catorce los meses que se pasó rezando por ella tres veces al día. A la mañana antes de desayunar, ya rezaba solo ante los muros de la iglesia; por la tarde antes de comer volvía para dar gracias a Dios por permitirle seguir amándole; y por la noche antes de cenar, le pedía que nunca consintiera que nadie en su familia dejara de creer y tener fe.

Antes de perder de vista la iglesia, Darío se gira para mirar una construcción con tanto valor para él. Intenta imaginar de cuántos acontecimientos habrá sido testigo desde esa perfecta ubicación en lo alto, desde donde puede contemplar la ciudad, el mar y las montañas, a cuántas personas habrá visto entrar y oír plegarias de todo tipo.

London, 3:30 pm – España, 4:30 pm

Delante de un contundente té Kate y Mario devoran a la vez la información que encuentran en sus móviles y la combinación de sándwiches salados y pastelitos a los que no pueden decir que no, a pesar de que sus estómagos están más que llenos. Kate ha pedido un té chino para aventureros "Dragonwell Lung Ching Green Tea". Mario ha preferido un té negro "1871 Blend", una selección de tés que fue creada para la inauguración del Hall.

-¡Anda, qué sorpresa!- exclama Mario con la boca llena con parte de uno de los sándwiches.

-¿Qué? - responde Kate sobresaltada - casi se me cae la taza. ¡Qué susto! - dice con una sonrisa y una corta carcajada que a Mario le resultan cautivadoras.

- Es que no tenía ni idea - comenta él con una sonrisa - Si mis cálculos son correctos, Victoria Eugenia de Battenberg, la nieta más joven de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto, fue la mujer de Alfonso XIII, bisabuelos de Felipe VI, mi rey actual.

- Aha - responde ella - perdona mi ignorancia, pero no sé de que estás hablando cariño - aclara con una marca de chocolate en la comisura de los labios.

De repente se miran fijamente después de ver como otra pareja llevan unas copas a sus labios y deciden pedir champagne para completar su gran merendola.


Santander, 6 am

Ainhoa no para de dar vueltas en la cama. Marisa está en el sofá cama. Después del incidente en la consulta con Jorge, decidieron no dormir juntas por tiempo indefinido.

Marisa oye cómo Ainhoa se dirige a la cocina y decide ir a comprobar que se encuentra bien.

- No puedes dormir ¿no? - pregunta, aunque ya sabe la respuesta que probablemente vaya acompañada de algún sarcasmo.

- ¿A ti qué te parece? - pregunta Ainhoa enfadada - si has venido a darme uno de tus sermones, no es necesario - añade - me los conozco todos.

Marisa está a punto de darse la vuelta y volverse a la sala. Sin embargo, hace un esfuerzo para no prolongar una situación insostenible.

- Escucha, Ainhoa - empieza a explicar - no pretendo darte una charla, sino hablar y decidir qué podemos hacer.

- ¡Haberlo pensado antes! - contesta Ainhoa furiosa - no puedo creer que lo que has hecho con esa fulana no lo hayas premeditado.

- ¡Claro que no! ¡Te lo juro por mi vida! - dice Marisa sinceramente - y no voy a permitir que la insultes. Lo que ha pasado es algo normal. Le pasa a muchísima gente. Nosotros no somos ni más ni menos especiales.

Las dos se quedan sin hablar durante un par de minutos sentadas frente a sus infusiones. Ainhoa rompe el silencio.

- Una cosa está clara. El modo en que cada cual vive las experiencias en esta vida es diferente. Incluso estando enamoradas como lo hemos estado, cada una hemos vivido nuestra realidad, que no siempre ha coincidido con la realidad objetiva.

8 Junio

Alicante, 8:30 am

Laura se ha levantado más temprano de lo habitual. Sus preocupaciones son muchas y demasiado pesadas para su mente confusa y su débil cuerpo ya.

Cuando sale del baño, ve que su marido se dirige hacia ella con ojos desorbitados y se alarma.
 
Segundos después, siente un profundo pinchazo en un costado y un fortísimo golpe en la cabeza. Inmediatamente, sus ojos se cierran para siempre.

Paco está fuera de sí. Rompe a llorar al ver el cadáver de su mujer en la alfombra del pasillo. No es capaz de dar crédito a lo que acaba de hacer.

Al salir de casa en busca del aire que ansía, el sol matinal le ciega. Decide girarse y correr hacia la parte trasera de una casa que compraron en la costa mediterránea para disfrutar juntos después de la jubilación. 

Corre y corre dando tumbos por el lateral de la casa en un sprint que le parece interminable. 

Apenas ve, pero sabe muy bien hacia donde se dirige. 

Toma una última bocanada de aire y salta.

Su último deseo es no volver a vivir.

Barcelona, 3 am

Suzanne y Cristian, en la vida real Eva y Ricky, han acabado liados, como en la serie.

Pasan unos días en la costa, dando rienda suelta a sus instintos, físicos y espirituales, fruto de la atracción mutua que están viviendo. No les importa el resultado. 

Han pasado un día increíble en la playa y en la piscina del hotel. Han comido paella y la han regado de sangría. Se han dejado llevar por el efecto del alcohol en una gran cama y han descansado para una noche loca si así ha de ser.

Están sentados en un sofá del mismo restaurante donde han cenado. Mientras el lugar se transforma en discoteca, los dos sostienen grandes copas con combinados que lucen por el efecto de las luces de neón. 

Se intercambian mensajes al oído y ríen con caras traviesas. Empieza a sonar música disco, que hace prácticamente imposible hablar. Se incorporan y se mezclan con los demás clientes en la pista de baile. Todo el mundo demuestra su capacidad de seducción con gestos faciales, sonrisas de complicidad y miradas sugerentes.

Eva y Ricky se han esforzado en camuflar su identidad. Quieren pasar desapercibidos. Ella no lleva maquillaje y su melena cubre su cara dejando sólo a la vista lo necesario, sus ojos, nariz y boca. Una blusa negra muy suave al tacto, como su segunda piel aunque no pegada al cuerpo, está consiguiendo despertar la pasión de él, que oculta sus ojos con gafas retro de cristales oscuros. También él ha escogido una camisa gris para no hacer destacar el tono de su piel. Su silueta en sombra provoca la excitación de ella, que intenta no perderle de vista.

Pontevedra, 1.30 pm

María ha quedado con su amiga, Carol, en Pontevedra para comer y charlar un rato. Han tenido la brillante idea de pasarse por el mercado a ver la pesca y marisco del día. En uno de los puestos, les han explicado que pueden llevar lo que deseen y en el piso superior hay bares donde te lo preparan. Les ha parecido genial, así que ahora están sentadas en una mesa de madera degustando medio kilo de camarón fresquísimo a un precio más asequible que en un restaurante.

De mientras, les están preparando una ración de pulpo "á feira" para las dos. Cuando el dueño del bar se la sirve, Carol le dice que el camarón está buenísimo.

- ¡Tenemos la suerte de vivir en estas rías que tan buen marisco dan! - comenta él.

- Pero, ¿por qué está tan sabroso aquí? - pregunta María, que lleva años degustando los frutos del mar gallegos aunque nació y se crió en León.

- Bueno, a ver si se lo puedo explicar rápida y claramente. Al parecer, la razón es que cuando el viento sopla del norte en verano, el agua caliente de la superficie se va hacia el océano por el efecto Coriolis - aquí hace un inciso para comprobar las caras de extrañeza de las mujeres - entonces se produce el afloramiento del agua más fría de la parte más profunda y llena las rías de nutritivos microorganismos que sirven de alimento al marisco.

- Así que por eso el agua está tan fría que te lo tienes que pensar antes de darte un baño - ríe Carol - supongo que también algo tendrá que ver el albariño tan rico con el que lo acompañamos.

- Claro que sí. Y el ribeiro o el godello.


20 Diciembre

Zaragoza - Pontevedra, 8.30 am

Clara está mirando información en su ordenador y programando una actividad para sus siguientes clases cuando recibe una invitación de Carlos para verse y hablar un rato.

- Hola, Clara. ¿Qué haces tan temprano?

- Hola, Carlos. Aquí, buscando ideas para mis peques.

- ¿Qué estás tramando esta vez? Anda, cuenta. Me encantan tus mezclas de actividades. Son geniales.

- Pues mira, esta vez voy a intentar que experimenten las dificultades que sienten las personas mayores para moverse, ver y hacer sus tareas cotidianas. Así podrán entenderlos mejor.

- Parece guay. ¿Y cómo lo vas hacer?

- He pensado en pedirles que se vistan unos a otros con diferentes prendas, unas muy ajustadas y otras grandes para que no se sientan a gusto ni de pies ni sentados. Los zapatos pueden ser de otro número al que usen para que no estén cómodos y tienen que atar pesos para que les cueste andar y levantar los pies del suelo. También van a llevar gafas de piscina sucias para que no puedan ver muy bien y cascos de música para que no oigan claramente.

- ¡Increíble! No se me habría ocurrido nunca una cosa así. Eres mi Einstein.


Unos meses más tarde

Darly y Andrei han encontrado la paz que necesitan para afrontar sus vidas con ilusión. Tienen más que claro el camino: trabajar, disfrutar con las cosas sencillas y no buscar complicaciones.

Hace años dejaron sus países para encontrar un destino más esperanzador. No lo han tenido fácil nunca, así que no quieren perder lo que ya han conseguido. 

Joshua, Suzanne y Cristian siguen teniendo en vilo a los espectadores.

Intentaron la convivencia en común. Primero se fueron a vivir juntos. Más tarde compartieron cama. Al final, entraron en juego los sentimientos, lo que provocó celos, peleas y la ruptura.

Ahora, cada uno busca encontrarse e iniciar una ruta satisfactoria. A pesar de estar confundidos, al menos, cuentan con experiencias que seguro les ayudaran... o no.

Eva y Ricky siguen montados en la nube del amor.

Aún así, saben que cualquier precaución es poca. Sus carreras no se lo van a poner sencillo. El distanciamiento por los viajes y las nuevas compañías podrán a prueba su madurez.

En cualquier caso, ahora mismo sólo piensan en disfrutar juntos de lo maravilloso que es encontrar a alguien con quien compartir lo mejor de ellos. 

¿Por qué Nala Cueto?

     El nombre de Nala Cueto, pseudónimo de Juan Antonio Cadenas Cueto (Castro Urdiales, 26.02.1961), es un ejemplo de mi interés por jugar con las identidades, el sexo de los personajes y los lugares.

     Durante el proceso de redacción, cambié gran parte de los acontecimientos e ideas que en principio me surgieron relacionados con alguien o un escenario concreto. A veces, sin motivo especial; otras, por una visión personal de no querer hacer diferencias entre sexos ni tampoco entre regiones.

     Además, la idea de ocultar mi identidad, tal como hicieron algunas escritoras en tiempos pasados por motivos bien distintos, me resultó atractiva e incluso, ¿por qué no?, apropiada.
 

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